Le asignamos la palabra miedo a todo aquello que no conocemos.
Pero, ¿y si se la asignaremos a aquello que sí conocemos y que no nos hace bien?
Porque miedo…
Miedo debería darnos estar en el mismo sitio en el que estábamos el año pasado.
Miedo debería darnos estar aburridos en una realidad donde las posibilidades son infinitas.
Miedo debería darnos no tener el "control", ni las riendas de nuestra propia vida.
Miedo debería darnos llegar a la mitad de la vida y todavía no saber quién somos.
Miedo debería darnos no atrevernos a disfrutarnos ¡por el qué dirán!
Miedo debería darnos pasar por esta vida simplemente para esclavizarnos ante una idea que te contaron desde que eras pequeño.
Miedo es tener que esperar al viernes o a las vacaciones para sentirnos vivos.
Miedo es emplear 40 horas semanales en algo que no disfrutas y que no te hace sentir vivo.
Miedo es levantarte por la mañana pensando en la hora en que regresarás a la cama.
Miedo debería darnos conformarnos con lo básico cuando podríamos tenerlo todo.
Miedo es no recordar que somos seres creadores con poder ilimitado y por ello, estar cediendo nuestro poder, nuestro tiempo y energía, segundo tras segundo, a otros que se benefician de ello, mientras nos dejamos atrás a nosotros mismos, por comodidad.
Miedo es no salir de tu zona de confort.
Miedo es creer que lo sabes todo.
Miedo es envejecer y no crecer, ¡envejecer y no vivir!
Miedo debería darnos negarnos nuestra verdad, lo que nos hace latir, negarnos lo que nos merecemos, y negarnos nuestros sueños. ¿Qué es la vida si no un gran sueño?
Miedo debería darnos el darnos cuenta de que a pesar de la infelicidad, la seguimos escogiendo cada día.
¿De verdad soñar tu vida es valiente, y vivir tus sueños te aterroriza?
Es que me da miedo Eli... Lo sé, porque le asignamos la palabra miedo a todo aquello que no conocemos. Pero, ¿y si se lo asignaremos a aquello que sí conocemos y que no nos hace bien?
Con amor,
Eli
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